martes, 26 de octubre de 2010

Optimice su sustrato

El propósito fundamental de todo sustrato es proporcionar anclaje a las raíces, así como servir de reservorio de agua y nutrientes. Pero el volumen del sustrato y su configuración van a afectar la capacidad de los productores de orientar el cultivo hacia una producción más alta y hacia una calidad de frutos superior. Es importante notar que la determinación del volumen y configuración del sustrato para maximizar el rendimiento del cultivo.

Si el volumen del sustrato es demasiado pequeño, el productor no tendrá suficiente agua ni reserva de nutrientes en el sustrato para suministrar a las plantas entre sesiones de riego. En consecuencia, el productor no tendrá más remedio que regar con mucha frecuencia. Además, un volumen pequeño proporciona a las plantas una influencia generativa, y tomando en consideración las condiciones climáticas de México en otoño y primavera, los productores deberían proporcionar tanta influencia vegetativa como les sea posible, debido a las altas temperaturas y a las condiciones de luminosidad y DPV.
 
 
Por el contrario, si el volumen del sustrato es demasiado grande, el productor no va a poder regular el contenido de agua en el sustrato. El drenaje se efectuará demasiado tarde en la mañana como para que el control de CE y pH sea efectivo. Además, el productor estaría regando el sustrato en vez de controlar el crecimiento de la planta a través de una estrategia de riego.
 
 
La altura de la columna de sustrato es el parámetro más significativo que afecta al drenaje en cualquier sustrato y no debería superar 15 cm. Dicha altura impulsa el proceso de drenaje y permite al productor controlar CE, pH y contenido de oxígeno en el sustrato a través del volumen y la frecuencia de irrigación. Todos los sustratos drenan desde la cima. A medida que el agua abandona el sustrato, la capa superior de éste se reseca. Las raíces más jóvenes y eficientes se ubican a unos 5 cm de la superficie del sustrato.
 
 
Aquí es donde se ubica la zona pilífera de las raíces, responsable de la absorción de la mayor parte del agua y del calcio. Es vital que esta zona del sustrato mantenga un nivel de agua superior al 40% del agua disponible. Una vez más, es importante conocer la disponibilidad de agua en el sustrato, de manera que podamos controlar el nivel optimo de agua en el sustrato.
 
 
El ancho de la columna es también un factor significativo en la configuración adecuada del sustrato. Esta anchura no deberá superar 20 cm con el fin de permitir un movimiento de agua lateral optimo. Las áreas secas del sustrato, ya estén dispuestas horizontal o verticalmente en la columna del sustrato, constituyen zonas en las cuales se acumulan las sales procedentes de los fertilizantes y en las cuales las raíces no se desarrollan. Esto reduce el volumen de enraizado efectivo del sustrato.
 
Cálculo del volumen del sustrato
 
El volumen de sustrato recomendado ha sido ideado con el fin de ayudar al productor a manejar su cultivo de manera más efectiva. Tanto investigaciones como experiencias de productores han indicado claramente que por medio del volumen, altura de columna y características adecuadas del sustrato, reduce significativamente los riesgos devengados de condiciones de alta luminosidad, temperatura y DPV, mejora la calidad del fruto e incrementa la capacidad del productor de orientar el cultivo hacia un desarrollo vegetativo o generativo cuando sea necesario. En definitiva, el objetivo de seleccionar el volumen y la configuración correctos del sustrato es incrementar significativamente el margen de ganancia del productor.

En primer lugar, el productor debe informarse sobre cómo calcular adecuadamente y optimizar el volumen del sustrato en el invernadero. El ejemplo que mostramos a continuación (ver tabla en pág. 35 en versión impresa) se basa en un cultivo de tomate a hilera simple (sistema en “V”) en tablas de fibra de coco, pero puede aplicarse a cualquier configuración. En este ejemplo, el volumen de sustrato por metro cuadrado y el volumen de sustrato por tallo se sitúan en un rango aceptable para la orientación del cultivo y el manejo del agua.
 
Consecuencias de un volumen de enraizado pequeño
 
Un pequeño volumen de enraizado en su cultivo constituye un ahorro ficticio ya que es como navegar en el océano en una barca pequeña. Usted sentirá el efecto de cada ola y el riesgo de naufragar es muy alto. El volumen y la configuración del sustrato correctos proporciona un colchón y la seguridad contra fluctuaciones en la demanda de transpiración diaria del cultivo.
 
Si el volumen de sustrato es demasiado pequeño, el cultivo no podrá satisfacer sus necesidades de agua para la transpiración hacia la mitad del día, cuando temperatura y DPV son altos. Esto provocará estrés en el cultivo, resultando en un menor tamaño de fruto y en una reducción en la velocidad de desarrollo de la planta y de las flores.
 
El volumen total de sustrato debe ubicarse en el rango adecuado (entre 9 y 13 L/m2) para satisfacer la fluctuación de la demanda de la planta a lo largo del día permitiendo a la vez la orientación del cultivo hacia un desarrollo vegetativo o generativo.
 
Sin importar el tipo de sustrato que el productor haya seleccionado, el volumen (L/m2) y la configuración de sustrato utilizados (ancho x alto) tendrá un efecto importante en el manejo del sustrato y en consecuencia tendrá un amplio efecto en el crecimiento de la planta, desarrollo, ritmo, tamaño y calidad de fruto.

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