jueves, 3 de febrero de 2011

LA COGENERACIÓN APLICADA A LA HORTICULTURA COMO FACTOR DE COMPETITIVIDAD

Se define la cogeneración como la producción y aprovechamiento conjunto de energía eléctrica y energía calorífica. Este proceso es eficiente ya que contribuye al ahorro energético y disminuye los niveles de contaminación, y su eficiencia se fundamenta en el aprovechamiento del calor residual en la producción de electricidad. Además de que su generalización podría convertirse en una herramienta efectiva en la lucha contra el cambio climático, su implantación en explotaciones agrícolas es una ventaja competitiva que los productores españoles no deberían pasar por alto. Así lo asegura la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX).

La cogeneración aplicada a las explotaciones agrícolas consiste en la producción conjunta de energía eléctrica y de energía calorífica, siendo ambas aprovechables en el proceso productivo llevado a cabo dentro de un invernadero preparado para tal fin. Además, en este tipo de explotaciones se aprovecha el CO2 generado en el proceso de combustión para fertilizar las plantas, con efectos muy positivos en la precocidad, los rendimientos y la calidad, y evitándose así su emisión a la atmósfera.

José María Pozancos, Director General de FEPEX asegura que la cogeneración supondrá “toda una revolución tecnológica, si bien queda mucho por hacer todavía”. Desde esta federación se asegura que el sector español no podrá mantener la competitividad de sus explotaciones sin incorporar calefacción y fertilización con CO2 a unos costes competitivos, porque la competitividad basada en costes más bajos de mano de obra y en explotaciones con bajos rendimientos no seguirá funcionando por mucho tiempo. España ya no puede competir con explotaciones con rendimientos similares a los de Marruecos, que además tienen un coste de mano de obra de 50 céntimos la hora, o con explotaciones con costes de mano de obra similares e incluso más bajos (6 euros/hora en Alemania) con unos rendimientos 5 ó 6 veces superiores a los nuestros. Sin embargo, José María Pozancos confía en que la inclusión de la cogeneración en el proyecto de ley de Economía Sostenible “supondrá el pistoletazo de salida para la implantación de un nuevo modelo de explotación basado en la cogeneración en España”.

Si bien los beneficios de esta técnica aplicada a los invernaderos parecen más que probados, el gran problema ante el que se encuentran sus defensores es el elevado coste de su implantación. Actualmente se estima que su instalación, incluyendo invernadero estanco y recuperación de CO2, supone un coste de 1.328.000 € por hectárea. FEPEX argumenta que la elevada inversión inicial se rentabiliza con la reducción de la demanda energética, permitiendo además obtener una energía limpia mientras se incrementan los rendimientos y la productividad en las explotaciones. Sin contar con los beneficios que su inclusión en el proyecto de ley de Economía Sostenible pueda generar en forma de incentivos a la inversión por parte de las Administraciones Públicas.

El panorama actual de la agricultura española no parece todavía el más propicio para que los productores se arriesguen a implantar esta nueva técnica, pero en función de cómo evolucione esta tecnología y de los pasos que dé la administración para facilitar su generalización, puede ser una ventaja competitiva a tener en cuenta en el corto o medio plazo.

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